viernes, 17 de octubre de 2014

MI VIAJE RELÁMPAGO A LA TOSCANA

Hace unos días hemos estado mi chico y yo en La Toscana. Hacía tiempo que queríamos ir y por fin rascamos unos días a la marcha diaria y nos escapamos. Me costó como un mes organizar el viaje, entre comprar los billetes, reservar los hoteles y elegir los destinos. Para todo ello leí, estudié, comparé, y saqué mil ideas de diferentes blogs. Esto no pretende ser un blog de viajes, no creo que le sirva a nadie, pero así tendré un recuerdo para mí, ya que tengo tan mala memoria. Pues allá voy.
Día 1. Pisa y Lucca.
Hicimos Valencia - Pisa con Ryanair y llegamos a las 12,30. En el aeropuerto fuimos a recoger un coche que teníamos alquilado y pusimos rumbo al Piazza dei Miracoli de Pisa, donde disfrutamos un rato con la famosa torre y todo lo demás. Creía que era más grande, pero  es una torrecita inclinada muy apañada, que en realidad es el campanario de la catedral. Allí nos hicimos la famosa foto sujetando la torre. Mi marido se negaba a ser tan cutre como todo el bicho viviente que había por allí, pero a mí me pareció muy divertido.
La catedral -El Duomo- es muy bonita, con unas columnas impresionantes y lo mejor de todo, un pantocrator en el ábside precioso presidiéndolo todo. Me acuerdo de cuando estudié al pantocrator del románico.
Cuando nos cansamos de dar vueltas por ahí, comimos una pizza buenísima y le pusimos al GPS el siguiente destino: Lucca. Qué ciudad tan bonita. Está rodeada de una muralla muy ancha y poblada de árboles de diferentes clases que usan como paseo. Aquí nació Puccini. De hecho esa misma tarde había un concierto, pero cuando llegamos ya había empezado y nos lo perdimos. Como teníamos que pasar aquí la noche, en el B&B Ai Cipressi, aparcamos el coche en el mismo hotel y nos fuimos a pasear y a cenar. Nos sorprendió bastante esta ciudad por la cantidad de bicicletas que circulaban y por una feria alternativa de productos de la zona como aceite, mermelada, miel, quesos y vinos que daban un ambiente festivo muy chulo. Visitamos la Plaza del Anfiteatro, situada encima del anfiteatro romano y que conserva esa forma ovalada. Creo que es la única plaza de estas características de Italia. En fin, un pueblo muy recomendable.

Día 2. Florencia.
A Florencia le dedicamos todo el día, que bien lo merece. Es una ciudad preciosa llena de historia - y de turistas- donde vive, entre otros, el David de Miguel Ángel. Hubiéramos querido entrar a la Galleria degli Uffizi, pero la cola que había nos quitó las ganas. No pensé en que tendría que haber reservado las entradas por internet. Pero visitamos el Palazzo Vecchio, la Cappella Brancacci, y Tumbas mediceas en la Sacristía Nueva de la Iglesia de San Lorenzo, de Miguel Ángel, un mausoleo precioso lleno de símbolos del paso del tiempo y de la eternidad en el que el escultor jugó con las luces, las sombras, el espacio y el mármol, y que,  además, es gratis.
Al acabar nuestra ruta cultural, dimos un paseo hasta el río Arno y nos encontramos con el Puente Vecchio, que parece ser el más antiguo de Italia y que está lleno de joyerías. Lo cruzamos con millones de personas más y nos tomamos un helado buenísimo y carísimo.
En cuanto al coche, seguimos la recomendación de un blog, y aparcamos en la Piazzale Michelangelo, en la colina Monte alle Croci, desde donde hay unas vistas espectaculares de Florencia y donde el parking es gratuito. Desde allí se coge la línea de bus 12 o 13 y te deja en el centro de la ciudad. Para comer fuimos al Mercato Centrale, cuya primera planta han habilitado de una manera muy chula para comer, al estilo del Mercado de San Miguel de Madrid.
La oferta es amplia y vas eligiendo en cada puesto lo que te apetece, pizzas, pastas, ensaladas, quesos, vinos, cervezas, y luego te sientas a comer en las mesas corridas habilitadas para ello. Genial.
Por la tarde, volvimos a por el coche, admiramos el atardecer sobre la ciudad y nos pusimos en camino hacia el B&B Podere Pendolino en plena Toscana, que fue nuestro cuartel general durante dos días. Es un sitio precioso rodeado de olivos y cuenta con un restaurante que nos gustó tanto que cenamos las dos noches que pasamos allí. Las verduras eran de su propio huerto, y el aceite de sus propios olivos y que hacían allí mismo. También tenían una cantidad de vinos exagerada, pero como no entendemos de vinos, es posible que no eligiéramos el correcto, pero estaba buenísimo igualmente.

Día 3. Lucignano, Pienza, San Quirico D'Orcia y Bagno Vignoni
Lucignano es un pueblo precioso. Paseamos por sus calles empedradas admirando las construcciones y la particular distribución de sus calles en anillos concéntricos sobre una planta elíptica.
Pienza nos sorprendió gratamente. Es un pueblecito perdido donde nació el Papa Pío II, y que quiso convertir en una ciudad renacentista. Al parecer costó una verdadera fortuna y el Papa se puso furioso cuando se enteró de lo que había costado, pero cuando lo vio pensó que había valido la pena. Lo que me llamó la atencióno es que en un pueblico perdido y lejos de cualquier ciudad grande de referencia hubiera esos palacios y esa catedral tan estupendos. Aquí nos pasó una cosa muy bonita. Nos sentamos a tomar un capucchino y allí cerca un artista callejero se dedicó a cantar ópera. Pero tenía una voz increíble, tanto que en cuanto terminamos fui a comprarle un CD y ya no le quedaban. En 10 minutos terminó con un montón de propinas y sin un sólo CD y aún no eran ni las 10. Me gustaría subir el vídeo pero al parecer es más largo de lo permitido.
San Quirico d'Orcia era igual de encantador. La estructura es la misma, una calle principal donde se ubican los edificios importantes. Aquí lo que había era un jardín maravilloso y enorme donde perdimos mucho más tiempo del que debíamos. 
Bagno Vignoni es un pueblito muy chiquitín dedicado a las aguas termales. Hay un yacimiento de agua caliente sulfurada que brota del suelo ideal para tratar reumas y problemas de piel. En un par de blogs leí que no merecía mucho la pena, pero a nosotros nos encantó. El centro del pueblo es una gran balsa de agua por donde brota el agua y alrededor hay viviendas, un par de tiendas y restaurantes muy pintorescos. Allí comimos y después hicimos un recorrido circular por el monte y llegamos hasta una piscina natural en el río donde es completamente gratis darse baños. Nos gustó tanto que estuvimos allí un buen rato y cuando volvimos a coger el coche estábamos muy cansados. Encima el GPS nos gastó una mala pasada y nos perdimos la visita al siguiente pueblo: Monticchiello, que parece ser muy bonito, pero vistos tres, vistos todos. Volvimos a nuestro hotelito rural, descansamos un rato y nos arreglamos para bajarnos al pueblo a cenar, pero al final decidimos cenar allí mismo. Estábamos hechos polvo. Una bandeja de antipastos surtidos y una pizza buenísima. Cometí el error de pedir postre y me trajeron un cuerno de la abundancia lleno de nata y frutas que casi hizo que reventara. 

Día 4. Siena, Monteriggioni, San Gimignango y Volterra
Este día prometía ser muy largo y teníamos mucho que ver, así que nos pusimos pronto en marcha. De Siena tengo poco que decir, es una ciudad muy sucia y lo único destacable era la plaza central, conocida por su espectacular entrada de caballos. Hay castillo, catedral, museo, pero hay que pagar para entrar a todo, así que hicimos la foto de rigor y nos fuimos de allí.
Monteriggioni es una especie de parque temático. Está en una colina, rodeado por una muralla. Dentro hay construcciones de piedra, algún jardín sin ninguna gracia y todas las casas son tiendas, restaurantes, el museo de la tortura y la oficina de turismo. En diez minutos lo tuvimos visto.
San Gimignano nos gustó mucho más. Es patrimonio de la humanidad y su característica principal es que hay muchas torres, a cual más alta. Al parecer en la Edad Media no había noble que no construyera su propia torre intentando superar en altura a la del resto en un alarde de poderío y riqueza. Llegó a haber más de 70 torres pero sólo quedan 15, y como está en lo alto de una montaña, es un espectáculo ver la ciudad ya desde la carretera. 

Llegamos a Volterra y fuimos directos al Hotel San Lino, un antiguo convento dentro de las murallas de la ciudad con una piscina maravillosa. Lástima que no llevábamos bañador. El único inconveniente de este sitio fue que el wifi era muy malo. En esta ciudad se dedican al alabastro, y en la plaza principal hay una tienda con cosas preciosas. Yo no pude resistirme a comprar unos regalitos. Aquí tomamos un helado que había ganado el premio nacional al mejor sabor 2014, que ya ni me acuerdo de a qué sabía. Paseamos por las calles empedradas, nos asomamos a los miradores que ofrecen vistas espectaculares del campo toscano. Además los amantes de la saga Crepúsculo tienen en esta ciudad un destino muy curioso porque la autora sitúa en Volterra la casa natal de los vampiros malos.

Día 5. Aeropuerto de Pisa y a casa.
Han sido cuatro días intensos, nos ha hecho un tiempo muy bueno y hemos disfrutado de la belleza de los paisajes y los pueblos toscanos. Sin duda recomendaría este viaje y personalmente ya tengo ganas de volver y visitar todo lo que se me quedó por ver por falta de tiempo. En casa nos esperaban nuestros hijos y el perrito. Hasta la próxima.

jueves, 19 de junio de 2014

¿YA TIENES TU CAPAZO? EL COMPLEMENTO DEL VERANO

A tan sólo un par de días para que el verano haga su entrada triunfal, aquí estoy de nuevo para enseñaros los capazos que he ido haciendo desde mi última entrada al blog.

Empiezo con una mochilita para Manuel, un bebé feliz con una mamá muy detallista.


Y nos metemos de lleno en los capazos, que son muchos y muy chulos.
Estos son para Candela y Blanca, dos amiguitas que celebran juntas su cumpleaños. Con detalles muy playeros.



Para Isabel un árbol precioso, muy sencillo y sin nombre ni nada. Ella es así de discreta.


 Estos son dos capazos tamaño mini para Iris y Mar, con unas piruletas. ¿Ya se las habrá dado su tío Paco?

Yo creo que en esta foto se aprecia mejor el tamaño que tienen los cestitos, no? Son como un carlino de altos. Jajaja.

 Este capazo es para una seño de guardería, con  los colores y el diseño del uniforme de los niños. Redolins se llama.

Este capazo es para Mónica, que es un poquito hippy, alegre y divertida. ¿Veis que la ramita da la vuelta al bolso? Ese detalle queda muy chulo.

Detalle de su nombre, en una tipografía muy hippy.

Dos capazos para dos niñas. Esta vez los he mandado a San Sebastián. 

Este capazo me lo ha encargado Pilar, a quien le gusta todo lo british. Me ha faltado un pelo para colocarle una tetera pero me contuve. Creo que hice bien. Aún no sé si le ha gustado o no. Estuve tentada de quedármelo. Me encanta. Si os fijáis, lleva también asas cortas. No puede ser más personalizado.

Y este capazo taaaaaan chulo no lo he hecho yo, sino mi hija, mi Candelita. Y ahí está ella, posando con él. Me siento tan orgullosa como debe sentirse Carolina Herrera con su hija, la que está casada con un torero y vive en España, esa que también es diseñadora como su madre y vive en una "casita" en pleno campo; creo que tiene dos niñas muy pijillas todas. Esa, esa...

 De momento, esto es todo. Este está ya siendo el año de los capazos. Te lo digo yo que me los quitan de las manos. Es el must de la temporada. No te quedes sin el tuyo. Y ya sabes que hago envíos a toda España, y si hace falta, al mundo entero.

Hasta pronto.




jueves, 29 de mayo de 2014

CAPAZOS PRIMAVERA - VERANO DE LA ABUELA ANGELITA

Después de mucho tiempo ausente, vuelvo a casa por primavera. Tenía la sensación de que  facebook era más inmediato a la hora de contactar con amigos y posibles clientes pero resulta que hay quien visita el blog de vez en cuando y no tiene facebook. Así  que voy a actualizar un poquito esto y mandaré el enlace. Amigas del blog: esta entrada va por vosotras.

Empiezo por los capazos. Llevo un par de años haciendo capazos personalizados. Es un trabajo que me encanta. Es muy creativo, muy agradecido (expecto por la cantidad de agujas que despunto y tengo que tirar), muy divertido. Y me resulta muy  gratificante observar la reacción tan de ilusión que tiene  la persona que recibe un bolso con su nombre.

Es el complemento ideal para ir a la playa, a la piscina, de merienda pascuera. Qué voy a deciros de las virtudes de un capazo que no sepáis.

Algunos capazos los hago sin personalizar, simplemente los decoro como me parece, con cintas, puntillitas de colores, flores...  A mí me parecen preciosos. El color rosa del elefante es muy bonito. Me encanta. Y esos bodoques me parecen muy indies, no?


 De este me gusta el botón morado de la flor. Y el rojo queda bien con todo. Es muy veraniego.

Y las bicis han sido la estrella de la temporada. De hecho el capazo de la bici azul se ha rifado y he tenido que hacer más. No sé a quien le ha tocado pero deseo que le haya gustado y le haga papel este veranito.

 Estos dos son un experimento. Quería probar a pintarlos porque llevo tiempo viendo por internet este tipo de capazos y me gustan muchos. Tienen mucho encanto y son muy playeros. El resultado me gustó.

Paso a mostrar los capazos personalizados para chicas grandes (me refiero a que no son niñas, no os vayáis a pensar). A Arantxa le gustan mucho la luna y las estrellas. Pues para ella el universo.

 Cris lo quería con el nombre de su hija y con asas largas y cortas.

A Pilar le gustan mucho las sirenas.

 Este fue un regalo del día de la madre para Susi, en el que hay una mamá buho y sus tres buhitos. Lo quería con asas cortitas y sin tapa para ir a la compra.

 Marisa tiene unos mellizos.

Para Manuela, un buho.

 María quería una bici y también algo relacionado con la playa, el lugar donde querría estar ahora mismo. Y yo con ella...

A Susi le puse un arbolito de inspiración japonesa en sus colores preferidos.


Esto me llevó a una variante experimental. El pack capazo-camiseta para chicas mayores.

Y de aquí ya pasamos al detalle para las comuniones. Para lanzar la idea regalé a María, la hija de mi amiga, el conjuntito capazo-camiseta tamaño niña. 

Y tuvo su reacción enseguida:




Estos dos capacitos son para dos hermanitas, regalo de su abuela. Y en la foto aparece un modelo de excepción:

Tanto le gustaron a la abuela que me pidió algo para otro nieto:

Dos capacitos más para Victoria y Claudia, con elementos propios del campo.


Para los niños, sólo la camiseta:




Y ya puesta, pues camisetas al mogollón. Qué casualidad que todas son Lucías, Blancas o Marías:




 Esta camiseta de Víctor es muy chula, pero tengo que confesaros que buscando inspiración para hacer un dinosaurio T-Rex, me la crucé y me encantó, así que fue una copiada total. Para enmendarme quiero poneros el enlace a la página de donde la saqué y resulta que no la encuentro. Ups!

Tengo más novedades, pero ya os las enseño otro día. Por favor, si tienes algún comentario que hacer, no te cortes. Admito todo tipo de críticas, aunque reconozco que me gustan más las positivas.


















viernes, 20 de diciembre de 2013

Comida de Navidad

Quería hacer una crítica (constructiva) a las comidas o cenas de empresa pero he pensado que mejor eso lo dejo a los expertos y yo me dedico a lo mío, que es colgar una serie de llaveritos que un jefe me encargó para regalar a los miembros de su equipo. Me pareció una idea muy divertida y sobretodo generosa por su parte. Son asesores comerciales de Movistar, y me consta que quedaron muy contentos con el detalle. Llevan su correspondiente teléfono con auriculares y los colores corporativos, azul y verde. Os enseño las fotos:


















Les hice unas etiquetas especiales para la ocasión con un guiño que sólo ellos entienden.


Y por último, la tradicional foto de grupo:

¿Qué me decís?